Aguja Poincenot (3000) - Rampa Whillans

Aguja ubicada en el cordón del Fitz Roy, pcia. de Santa Cruz, Argentina. Su nombre es en homenaje al joven alpinista francés Jacques Poincenot fallecido al intentar vadear el río Fitz Roy durante la expedición francesa del 52'.  La ruta más común es la vía que comienza en la rampa Whillans, una estética línea de nieve que recorre la cara este en ascenso de norte a sur cubriendo los primeros 300m de desnivel. El acceso a la rampa propiamente dicha consiste en pasar las dos rimayas y luego el "embudo", que dependiendo de la temporada puede tratarse de una travesía sobre hielo cristal de unos 15mts y 60° de inclinación.  La rampa propiamente dicha no presenta problemas pudiéndose escalarla cómodamente en piolet puñal, es un terreno de baja dificultad, aunque si algo expuesto. Luego de la misma se llega al hombro sorteando el largo más complicado de la vía que es un 5+ que puede estar mixto. Luego de este largo siguen otros 300m de desnivel hasta la cumbre en terreno relativamente facil rodeando por el lado oeste la aguja (pasos de 5to como máximo y que pueden ser mixtos).  Los rapeles se realizan por una serie de diedros potentes que se conectan rapelando en travesía desde la cumbre directamente hacia el sur, no presentan problemas salvo tener en cuenta que al llegar a terreno "caminable" y a la altura aprox. de la cumbre de la aguja Saint Exupéry hay que empezar a irse para el Este puesto que si se pasa rapelando este lugar se cae en la pared sur de la Poincenot.  Esta vía fue abierta por un equipo irlandés integrado por Don Whillans, Frank Cochrane, Tony Kavanagh, Clive Burland, Francis Beloe y George Narramore, de los cuales los dos primeros llegan a la cumbre en 1962. Pudimos conocer a Tony Kavanagh casualmente esta temporada y charlar con él sobre en que condiciones se escalaba en esa época.

 

   

Nos encontramos de nuevo en Paso Superior un atardecer memorable, un extraño viento sur que dibuja una estela de condensación hacia el norte en la cumbre de la Poincenot, un cambio de luna, presion 930mb en Rio Blanco, una noche hermosa, la altura que disminuye constantemente, mañana sera nuestro día.     Diego Lara del CABA será mi compañero de cordada. Nos conocemos tan solo hace una semana, nos sentamos a discutir mate de por medio formas de escalar, experiencias, nos medimos, es inevitable realizar alguna semblanza mutua para saber más o menos quien es el otro y que busca en la montaña. Hace unos días hicimos un pegue hasta la Brecha de los Italianos y hemos encontrado ritmo y sintonía. El objetivo inicial de sueños entre mates y tortas fritas fue el Fitz ´por la Franco Argentina, podríamos volver a darle otro pegue pero dudamos que lleguemos a la cumbre, nos falta puesta a punto, creemos que si vamos a la Poincenot andaremos muy rápido y aseguraremos una cumbre.

  A eso de las 4 salimos de la cueva en Paso Superior, en una hora y media cruzamos el glaciar, hacemos un poco de tiempo para esperar algo de luz y a las 7 am estamos ya al comienzo de la rampa, a las 9:30 ya estabamos en el final de la rampa Whillans, vamos en ensamble, 300m de desnivel en menos de 3 horas, entrándole a la chimenea de mixto/5+, íbamos como moto.

    La chimenea mixta es el crux de la Whillans, hacerla con botas rígidas no es agradable, a veces usaba grampones, piquetas, cintas, sopapas, de todo con tal de subir; aún no domino el mixto bien y tiendo a sacarme los grampones al ir por roca pelada, salí por arriba en el lugar equivocado esto nos demoró una hora, (hay que tratar de abandonar enseguida la chimenea por la izquierda). Dejamos la anorme mochila en el hombro de la aguja para ir más livianos, justo frente a la cumbre de la Ag. Saint Exupery (era la época de grandes mochilas). Dia lindo pero empestándose sobre el Torre, dijimos "ya estamos en la cumbre, falta lo más fácil", era cerca del mediodía. Continuamos con rígidas pero sin grampones, hacemos ensamble, se empesta, viento que de a ratos es muy fuerte y nos envuelve en nieve, el terreno es fácil pero con resaltes de 5to, hacerlo con rígidas es duro, fisuras verticales, pasos de artificial, rocas que tienen verglass. Varias veces pensé: "creo que no vamos a llegar a la cumbre", el terreno es muy trabado y no hay una vía clara. Faltarían unos 150mts para la cumbre, el pesto es intermitente que a veces deja sentir el sol y nos anima a seguir, se nos corta una de las cuerdas con una piedra que rueda, la otra estaba muy fea. Descartamos una y anudamos la otra. Bajón anímico mal, igual le damos para adelante, seguimos escalando con una cuerda, sabemos que quizás nunca volveremos a hacer todo esto otra vez, la cumbre parece ser ahora ó nunca. En un momento nos detuvimos 30 seg a tomar una decisión, y la decisión fue continuar pese a todo...a veces para llegar arriba hay que forzar las cosas.

 

    No llegábamos más, una cosa que debe ser sencillo con pédulas, nos demora horas enteras, tratando de superar resaltes, buscando velocidad en un terreno muy trabado, muy abierto, de innumerables vías de ascenso, donde una sola cuerda tira demasiado, algunos offwidth cortos llenos de nieve, las partes fáciles con verglass, entonces había que evitarlas, todo con rígidas, un frío de la ostia traen las nubes más espesas, de vez en cuando parece que se viene el pesto mal, los mosquetones se pegan en la piel, nunca había visto congelarse todo en segundos, tenemos las cejas, las barbas blancas.

    Un ultimo resalte, es imposible, estoy por decir basta, huevo a morir, en serio, huevo, mucho huevo, dándo todo lo que hay en el tanque, tratando de superar bloques incómodos de 3 ó 4 metros, y la cumbre que se ve tan cerca, artificial en una fisura, sin ningún camalot 4, aprovecho mi altura, me estiro y salgo poniendo un estribo en una piedra que veo empotrada, todo vale, me arrastro por la nieve, nado en la salida, la cuerda tensa no viene, grito demente: "¡CUERDAAA! , no se oye nada, 50m para la cumbre que ya esta ahí, huevo a morir de Diego que se asoma del resalte con un manotazo y ambos gritamos como enloquecidos "¡VAMOS CARAJO, VAMOS CARAJOooo!". Ensamblamos a 30mts porque no se escucha nada. Las reuniones no existen, solo son seguros de paso. Se instaló el pesto. Queremos llegar y irnos ya de una vez. Faltaba otro resalte, adherencia sobre hielo, ya no queremos más de esto, me arrastro por un offwidth-dulffer-no se que carajo de 4mts de 5to que asciende acostado hasta la cumbre misma, no veo nada, llega Diego, no hay emoción , ni felicidad, una palmada, un abrazo y abajo, por primera vez en una montaña me siento en el fondo de un profundo abismo, la incertidumbre nos inunda, 30seg, 1 foto de la piedra de la cumbre, ni podemos ubicarnos para sacarnos juntos la foto, le tomo una foto a Diego, no dejo ni el escudito del GRAM ni nada, hace un frío intenso, estoy envuelto en cuerdas, a rapelar por quien sabe donde, son las 18hs. La vía no se rapela por donde vinimos. Diego cree saber por donde se baja. Por suerte encontramos todos los rapeles, los famosos diedros que dan de la cumbre directamente al Sur, mejora el clima, no se traba ninguno, se hace de noche, hacemos las cosas bien, concentrados, despues de 16 rapeles llegamos al embudo, equipamos esa travesía, hacemos un par de rapeles más, desescalar canales de nieve expuestos y a las 1 am, estamos afuera de la vía, todo rapelado con gran seguridad, festejamos.   Abrazos y emoción, ya somos hermanos para siempre, ya somos una cordada.     Llegamos al Paso a las 2 am, nos mandamos un salamin y queso. Dos cuerdas nuevas no sirven más, falta un camalot 2, se debe haber quedado cuando se cortó la cuerda. Creo que fué el tarazcón de la Poincenot...jeje

La parte facil nos demandó unas 5 horas, la tan temida rampa era nuestra casa, la llegué a querer mucho cuando vi que la alcanzábamos. Llegamos a la cumbre solo porque pusimos huevo como yo nunca en mi vida había puesto, había 100 razones para no seguir, pero seguimos, bajamos mas fuertes, más montañeros, mas hombres diría, por primera vez después de tres temporadas entendí lo que es escalar en la patagonia, el resto fue casi un juego.